Casero, orgánico y natural

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Esta antigua casa colonial del barrio de San Telmo (donde supo vivir el escritor Fray Mocho) es ahora una de las mejores opciones que se encuentran en esta ciudad para disfrutar de la mejor comida vegetariana. “Abuela Pan” es, como su nombre lo indica, principalmente una panadería orgánica, con estricta observancia de esta cultura gastronómica. No solo cocinan únicamente con harina integral, sino que no usan conservantes en ninguna de sus comidas y cocinan sin grasas ni frituras. A su vez, mantienen la filosofía de no guardar comida, con lo cual no se cocina de más y el pan es amasado y horneado nuevamente cada día. Además de los tradicionales panes integrales y multisemillas ofrecen unos originales plezalej integrales, todos ellos cocidos en su horno de barro, que encienden todos los días con leña de eucalipto. Asimismo ofrecen algunas opciones de repostería orgánica (muy pocas en mi opinión) como los scones de algarroba y las masitas de canela y pasas de uva, estas últimas altamente recomendables (se venden por docena, cada docena cuesta $5 y siempre la docena viene con algunas de regalo).

Pero como anticipábamos, esta no es simplemente una panadería, sino que ofrece un excelente servicio de comidas vegetarianas. Principalmente su cocina se consume por delivery, pero cuentan con un agradable (aunque bastante pequeño) salón comedor, en donde, además de la comida, servida en porciones más que abundantes, se puede degustar el pan casero del lugar, que es llevado a la mesa en una canasta con todas sus variedades. La peculiaridad de la cocina de “Abuela Pan” es que el menú cambia todos los días. Prácticamente no tienen platos fijos, salvando algunas ensaladas y sus tradicionales hamburguesas de arroz o las milanesas de soja, calabaza o berenjenas (todas ellas caseras). Otra peculiaridad del lugar es que todos los platos y menúes diarios (salvo las ensaladas que son más económicas) tienen el mismo precio. Y realmente es un precio muy barato para la calidad de la comida y la abundancia de los platos. Todas las opciones de comida diaria cuestas $23 ya sea en el salón o por delivery, y son realmente variadas y deliciosas. La oferta gastronómica va desde pastas, tartas, tortillas y omelettes, hasta sopas, guisos, risottos, cous-cous, etc; y los platos se van adaptando a las fechas y épocas del año. Milanesas de soja de zanahorias y fontina c/ensalada de verduras a la parrilla c/aliño de mostaza” es el ejemplo de uno de sus platos, que probablemente ya no vayan a encontrar cuando visiten el lugar, pero encontrará un buen reemplazante. La mayoría de los platos viene con una interesante guarnición, como la del ejemplo citado. Se recomienda, eso si, entrar a la página de Internet del establecimiento (que si bien es muy pobre es bastante ilustrativa) antes de ir, para conocer el menú de la semana y elegir el día con mejores opciones.

La atención es muy buena. Al ser un negocio familiar es posible que el mismo panadero lo atienda a uno y le venda el pan que el mismo horneó. Como mayor defecto del lugar, finalmente, se destaca el horario. Cierran a las 19:00 clausurando la opción de cenar allí.


Datos de contacto

Bolivar 707 - San Telmo

4361-4936

http://www.abuelapan.com/

ap@abuelapan.com

Una galaxia de camarones

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Volvemos a dirigir nuestra mirada al barrio de Palermo, pero no a la zona de los modernos restós, sino a la punta opuesta del barrio. Casi cayéndose del barrio y bastante alejado de Plaza Serrano (o Plaza Cortazar, si se quiere ser exacto con los nombres), se encuentra “La Cocina del Pescador”, un pequeño establecimiento dedicado, como su nombre lo indica, a la cocina marítima. De austera decoración y humilde aspecto, este restaurant no se destaca por otro aspecto que el de su muy buena comida a base de frutos de mar. La atención es simple (si bien tienen un punto muy a favor al recibir a los comensales con una picada de mariscos), el ambiente también y la zona no pareciera muy propicia. La esquina de Lavalleja y Cabrera es el oscuro escenario de un pequeño bodegón que pasa casi desapercibido. Desde el exterior no se podía presumir que allí se ofrece una comida de primer nivel. Sin embargo el cartel de “Pizza de mariscos” debajo del nombre del lugar, en el cartel exterior, invita a experimentar. Y cumple las expectativas con su amplia variedad de pizzas con ingredientes de mar, cargadas de calamares, mejillones y camarones. También asombran sus abundantes cazuelas de mariscos, paellas y gambas al ajillo, acompañadas de abundantes papas españolas. Altamente recomendables las picadas de mariscos y sobre todo las rabas (de las mejores que se han probado en esta ciudad). La carta podría pecar de ser demasiado extensa. Tal vez la superabundancia de opciones de diversos pescados, en sus distintas versiones, ya sea asados, en cazuela, como salsa para variadas pastas, le dificulta al comensal tomar una decisión a la hora de pedir un plato. Por su parte, los precios son bastante caros. Si bien la comida, como ya rescatamos, realmente vale la pena, la relación precio-calidad deja al precio con una leve ventaja. Las cazuelas de mariscos oscilan entre los $70, por ejemplo y las pizzas entre los $40 y los $60. Aunque todas bien abundantes en cantidad de mariscos (cosa que no abunda en los restaurantes porteños), el precio asusta a la hora de pedir. Los platos son abundantes y para compartir, eso si. Finalmente, si bien los precios y al ambiente desalientan, se puede afirmar que una vez adentro, el comensal podrá disfrutar, en cada plato, de una galaxia de camarones.


Datos de Contacto

Lavalleja 1310, esquina Cabrera - Palermo.

4833-4222

cocinadelpescador@yahoo.com.ar

www.cocinadelpescador.com.ar