Si esto es una cantina yo soy Donato De Santis

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Con este post re-inauguramos la tan esperada temporada de notas y presentamos la sección “Altamente no recomendado”. Hace algunas semanas me invitaron a comer, en el marco de una reunión familiar, a la “Cantina Don Pasquale”, una aberración a la comida italiana, situado en pleno Palermo Holywood (Gorriti y Bonpland). “Vamos a comer a una cantina italiana” me dijeron. Y me mintieron. Este “Ristorante Italiano”, que tiene menos de italiano que yo de canadiense suma lo peor de varias tendencias gastronómicas porteñas de muy mal gusto. En primer lugar la onda berreta palermitana. Claro, hace 10 años poner un restó en Palermo y llenarlo de lámparas raras y colores fuertes en las paredes era cool. Hoy no solo no lo es, sino que da asco como los nuevos locales sin ninguna innovación se cuelgan de estas gastadas y copiadas tendencias. (Y lo peor es que no solo intentan copiarse el diseño de todos los restós de Palermo Holywood, sino que encima no lo logran). En segundo lugar, un falso y muy mal logrado intento de italianizar un restaurante cualunque con minutas ordinarias. ¡¡Llamar a las comidas con nombre semi-italianos, no los convierte en platos italianos!! ¡¡Entiéndanlo!!. “Canelones a la rosini” “Spaghetti”. ¡¡Preparen platos italianos de verdad o pongan “Fideos”!!. En tercer lugar, la decoración de bar pedorro. Si, no solo intentan parecer un local cool de Palermo y no lo logran, sino que además caen en el mal gusto de las decoraciones innecesarias como plantas, laminas enmarcadas, estantes con vinos, estantes sin vinos… ¡¡Si el mejor vino que tenés para ofrecer es un “Lopez” no lo exhibes en una repisa en la pared!!. Finalmente (y esto puede resultar muy pretencioso, sobre todo para padres con hijos pequeños) resulta de muy mal gusto el “Rincón Bambini” (que de vuelta, no es italiano por usar no poner “Pibes”), con las paredes cubiertas de figuras mal copiadas de películas de Disney y ¡tres juegos locos para que sus hijos pasen el día de sus vidas!. Si tus hijos quieren jugar mientras comen llevalos a un restauran pensado con ese fin (o salí a comer sin chicos). Pero llevarlos a ese “Rincón Bambini” es un insulto a la infancia.

A esta altura hablar de la comida que brinda el establecimiento no hará ninguna diferencia en la opinión del lector, pero vale la aclaración. La panera se constituye de trozos viejos de pan y “tostadas” ( o sea, trozos viejos de pan cortados en tajadas y dejados avejentar y endurecer”) y los cubiertos podrían estar mas limpios. La carta, con notorio desconocimiento de la cultura italiana, ofrece delicias tales como “Mayonesa de atún”, “Ensalada rusa”, “Palmitos c/s. golf” (Gástense y escriban las palabras enteras que es una carta y no un sms), “Bife-chorizo c/ guarnición” (otra vez lo mismo), etc.

Yo pedí el “Salmón grillé c/ guarnición”. Muy mala elección. Una posta de salmón blanco extremadamente sobre cocinada, quemada por fuera y gomosa por dentro, más salada que el mar muerto y más seca que el desierto. Luego de 4 gajos de limón bien exprimidos pudo comerla. Todos esto acompañado de unas papas fritas (unas pocas, diría yo) secas y frías. ¿Suena tentador, no?.

Los que pidieron pastas recibieron los halagos del resto por tener los mejore platos (o sea los más grandes. Nótese como juzgan ese lugar sus comensales satisfechos).

Para finalizar, los postres parecían estar regularmente bien. Pedí una tarantela (no, nada de volcán de chocolate ni semifreddo de quinotos) que fue definitivamente, sin deslumbrar, lo mejor de todo mi almuerzo. Probé también el tiramisú, que si merece mi total desaprobación. Seco, licoroso y sin gusto. Decepcionante. Un “Ristorante Italiano” que se precie de tal no puede servir un tiramisú tan inocuo.

Finalmente me despido recomendado altamente No ir a comer a este lugar que, como ya lo adelanté en el título, si es una cantina, yo soy Donato de Santis.

PD: (Y no dejo contacto porque no quiero que vayan y porque no tienen).